Aprendizaje colaborativo.

“Los fundamentos del aprendizaje cooperativo se basan en principios de la psicología social y en aportes del constructivismo. Este planteamiento en sus orígenes lo atribuye Carpendale (2009) a Piaget, quien considera que en situaciones de cooperación es muy posible que se faciliten los aprendizajes, ya que los estudiantes comparten sus perspectivas, las cuales pueden ser cuestionadas, reafirmadas o revisadas por los miembros del grupo: esta forma de interacción es muy adecuada para el logro de la comprensión mutua. La interacción entre iguales con interdependencias que facilitan y generan cooperación y comunicación contiene un aspecto estimulante para el desarrollo de procesos cognitivos: esta interacción produce desequilibrios que apuntan a la búsqueda de elementos más estables (Vygotski, 1979). Las formas de cooperación mediadas por comunicación virtual conllevan elementos no compartidos de espacio, tiempos y localidades, de manera que se promueven intercambios que generan confrontaciones de puntos de vista y obligan a conclusiones o resultados que integran esa diversidad (Casanova, 2008).
El aprendizaje colaborativo se concibe como un término genérico aplicable a diversidad de formas para organizar y orientar la enseñanza en el salón de clases
(Johnson, Johnson, & Stanne, 2000). Alrededor de principios básicos para el desarrollo de las actividades de enseñanza, los profesores ponen en práctica esta metodología con variaciones que se ajustan a la población y condiciones de trabajo y lo que es exigible es el rigor en la evaluación de los logros de aprendizaje.
En el ámbito de la educación superior el tema de aprendizaje colaborativo concentra en la actualidad la atención, como estrategia en la cual el desarrollo de competencias de pensamiento complejo y el razonamiento válido son estimulados y valorados altamente (Atwood, S.; Turnbull,W.; Jeremy, I. M., 2010). Teniendo en cuenta que hay múltiples formas de interacción, estos autores han realizado estudios en la perspectiva de encontrar ambientes propicios para el desarrollo del conocimiento. Observaron que el área de educación es la que más se presta al diálogo y a la discusión, mientras que áreas como la de las ingenierías están muy centradas en información y en el monólogo.
Encontraron también que las formas lingüísticas también varían de acuerdo con el nivel de instrucción. Las clases para estudiantes de primeros semestres están más centradas en el profesor, en la divulgación de información y muestran más características de intervenciones magistrales; por otra parte, en las clases de posgrado se da mucho más el diálogo y la interacción verbal. En relación con la educación postsecundaria las interacciones en clases se diferencian sustancialmente:
la participación estudiantil es más frecuente y la intervención que se fomenta debe ser fundamentada desde la perspectiva de cada uno.”(9) (Innova Cesal, 2011, p. 48-49.)
“El desarrollo de la estrategia en algunas áreas disciplinares
Ingenierías
La estrategia del aprendizaje colaborativo favorece el desarrollo de habilidades, no sólo en el campo específico de la asignatura, sino también en el campo ético (responsabilidad y solidaridad), comunicativo (debates sustentación y argumentación), emocional (interdependencia positiva, interacción conducente a resultados, apoyo, ayuda mutua, superación de debilidades, logro de resultados, etc.) y actitudinal (compartir conocimiento, mejoramiento continuo, autoevaluación permanente).”(10) (Innova Cesal, 2011, p. 51-52)